Tipos de apegos

Hoy vamos a hablar de los tipos de apegos.

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Los vínculos afectivos se clasifican básicamente en cuatro categorías cuyas variantes comportamentales se pueden denotar a grandes rasgos. Cabe anotar que las diferentes variantes son observaciones y que pueden encontrarse características similares entre algunas de ellas. Vale la pena recordar que, incluso si el apego en cuanto tal es un instinto, los vínculos afectivos o de apego no son innatos y su aprendizaje está guiado por la figura de apego que tuvo o tiene el infante; por este rasgo cultural y modificable, la interacción es sensible al cambio.
Algunos autores como M. Rutter (1995, pp. 549-571) reconocen otros estilos de apego intermedios. Nosotros seguiremos la clasificación de J. Bowlby debido a su sencillez:

  1. Apego o vínculo afectivo inseguro evitativo.
  2. Apego o vínculo afectivo inseguro ambivalente.
  3. Apego o vínculo afectivo inseguro desorganizado.
  4. Apego o vínculo afectivo autónomo seguro.
  5. Apego o vínculo afectivo autónomo seguro
    Este estilo de apego está directamente relacionado con el comportamiento resiliente, ya que permite aceptar la separación o la perdida y explotar el entorno de manera autónoma, aceptando alegre el retorno de la madre. Se ha observado que madres de niños con apego o vínculo afectivo autónomo seguro y que lo poseen igualmente, responden de manera satisfactoria a las necesidades del bebé, captando sus emociones y haciendo lo debido para que sus hijos puedan expresarlas. Un tipo de entrevista denominado AAI (Adult attachement interview) permiten evaluar el estilo de apego de los padres.
    La característica comportamental de un infante con apego o vínculo afectivo autónomo seguro se vislumbra etnológicamente por una relación de confianza con su tutor de desarrollo o quien haga las veces de este, muestran cooperación, compañerismo; los infantes muestran poca tendencia a la agresividad, son receptivos a las reglas. Lloran en ausencia de la figura de apego, pero se consuelan fácilmente y la buscan afablemente cuando llegan. Son mas receptivos a las opiniones de sus compañeros o maestros. Pueden desprenderse sin mayor angustia de su tutor, muestran una conducta altamente social y exploración.
  6. Apego o vínculo afectivo inseguro evitante
    Se puede observar en niños qué poseen padres con dificultades para captar su estado emocional. En estos casos los niños se alejan, son distantes y no sólo no comparten con ellos sus afectos, sino que pueden llegar a negarlos. J. Lighezzolo y C. de Tychey, distinguen dos tipos de niños: el temeroso y el desapegado. Los primeros son conscientes de sus necesidades de apego, pero estas necesidades son frenadas por sus angustias. Los segundos no expresan abiertamente sus sentimientos negativos, y se quedan fríos, indisponibles e indiferentes. Los estudios muestran que es generalmente en la relaci√≥n con los padres o los tutores de desarrollo, donde evoluciona este tipo de apego.

La observación etimológica muestra que los niños implicados en este tipo de apego o vínculo inseguro evitante eluden la mirada y nunca la sostienen fijamente, prestan poca atención e interior ante la presencia de su tutor de desarrollo, madre, padre o la figura que haga las veces de preceptor. Sus juegos no son incluyentes y muestran un alto sentido de independencia, se relacionan poco con sus compañeros, tienden a adquirir posturas auto- centradas como acurrucarse sobre su propio cuerpo, chuparse el dedo pulgar y preferir la auto-estimulacion.
Este tipo de apego o vínculo afectivo inseguro evitante se genera cuando el tutor de desarrollo del infante no atiende por periodos prolongados de tiempo las solicitudes de protección; de tal modo que la consecuencia es el establecimiento de un estado de inseguridad con el presupuesto permanente de abandono sobre la base de experiencias pasadas, como lo prueba la observación etologica.

  1. Apego o vínculo inseguro ambivalente
    Este tipo de vínculo es generado por conflictos no resueltos entre los padres o los tutores de desarrollo, volcando estos contra el niño para llenar su carencia afectiva. En estos casos la figura de apego es inconstante y no siempre está disponible para el niño. En otros momentos padres y tutores de desarrollo activan de manera intrusa y, en otros casos, de manera exageradamente afectuosa. Cuando estos niños se convierten en padres, a fuerza de luchar por controlar su ansiedad y obtener apoyo, tienen alta tendencia a repetir esta misma historia con sus propios hijos.
    En el apego o vínculo afectivo inseguro ambivalente los etilogos han encontrado características comportamentales tales como la búsqueda insistente del tutor de desarrollo o de una figura que haga las veces de este, pero cuando obtienen su total atención huyen o se muestran indiferentes; los infantes se muestran ansiosos ante la partida de esta figura y su llanto es muy intenso, de tal manera que, aun regresando, su tutor no se consigue fácilmente consolarlos. En este tipo de apego existe una mezcla de comportamientos de apego con expresiones de protesta, enojo y resistencia.
  2. Apego o vinculo inseguro desorganizado
    Se genera a partir de traumatismos no resueltos de los padres o los tutores de desarrollo, transferidos al niño. El caso del duelo es paradigmático en este sentido. Estos padres terminan maltratando a sus hijos, y estos a su vez son incapaces de identificar el miedo de sus padres, hasta el punto de generar igualmente miedos inexplicados.

En el apego o vinculo afectivo inseguro desordenado se puede encontrar conductas de rechazo y busqueda hacia su tutor de desarrollo. Etologicamente se observa como el infante ofrece juguetes desde una distancia retirada como si sintiera miedo permanentemente de este acercamiento, tiende a elegir posturas auto centradas; es posible obtener miradas sostenidas, pero despues de un tiempo la elude totalmente. Los infantes muestran conductas de control y liderazgo en presencia de sus companero de juego e incluso los padres, pero al poco tiempo muestran conductas acordes a una edad inferior. Afectivamente requieren excesiva atencion haciendose co-dependientes de su figura de apego.

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